
A este bello acontecimiento natural siguieron dos días de patinazos en la pista de hielo de la calle en donde mora el tecleador de estas lineas. Este fenómeno (el de la estación invernal, no su servidor) se manifestó en el lado de la calle en donde se ubica la entrada a la casa.

Del otro lado un sol resplandeciente y bajo (son las dos de la tarde en esta foto. Mire nomás el largo de la sombrita) que se llevo todo el hielo.

No cabe duda, frio frio pero vale la pena vivirlo.

Vale lembrar que a neve não cai com muita freqüência aqui em Glasgow. Essa do dia 30 por ter sido a única deste inverno...
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